The Sky, The Earth and All Between: El álbum que pone una vez más a Architects en la cima


La espera que a muchos nos parecía interminable finalmente llegó a su fin y The Sky, The Earth and All Between no es solo uno de los álbumes más esperados del año, sino una declaración de dominio absoluto en el género. Architects, que ya se había ganado un lugar de honor en la escena del rock (específicamente en el metalcore) demuestra que su evolución sigue siendo imparable, entregándonos una obra que redime lo que se había hecho en sus anteriores discos, llevando la energía y creatividad a alturas insospechadas.

Honestamente este nuevo material es un recorrido emocional, un torbellino de sonidos brutales, líricas profundas y una producción que destila genialidad. Si The Classic Symptoms of a Broken Spirit y For Those That Wish to Exist fueron discos sólidos y muy entretenidos de escuchar, este álbum recién lanzado es una obra de arte que marca una nueva era en la carrera de Architects, la cual aspira a tener un gran futuro en la industria.

Desde la primera pista el sonido pesado y emocional que caracteriza al cuarteto inglés se hace presente y lo hace con más potencia que nunca. The Sky, The Earth and All Between se nos presenta como una dualidad sonora, un equilibrio entre la oscuridad visceral del metalcore más agresivo y momentos de luminiscencia melódica que invitan a la reflexión, ya que cada canción en el álbum parece tener vida propia, como si tomara forma y respirara junto a nosotros, dejando una huella profunda en cada acorde y grito para volverse una experiencia visceral.

Además, la producción y mezcla que corren a cargo de Jordan Fish, ex tecladista de Bring Me The Horizon es una locura ya que se siente la frescura y brillantez que Fish aporta al sonido de Architects. Es evidente que su toque está presente en todo momento gracias a que la mezcla se siente nítida, expansiva y al mismo tiempo, pesada y contundente. Sin duda Fish logra darle al álbum una atmósfera innovadora sin perder la esencia pesada que define a la banda.

El trabajo de producción aquí no solo se limita a crear una pared de sonido, sino que tiene una capa de complejidad emocional que permite que los momentos más suaves y melódicos se integren perfectamente con la furia de los pasajes más agresivos, creando una sensación única de dinamismo, dicho esto, se puede decir que este fichaje en el estudio de grabación fue un acierto tremendo para la banda.

Uno de los aspectos más notables es el increíble trabajo vocal de Sam Carter, quien lleva su voz a nuevos límites en este disco, su evolución como cantante se siente palpable en cada frase, desde las voces guturales más desgarradoras hasta las voces más melódicas, por ejemplo, en Elegy, el cual es el primer track del disco, abre con un coraje que nos atraviesa y sumerge en una narrativa tan cruda como hermosa, demostrándonos el alto nivel vocal que sigue teniendo.

La voz de Carter fácilmente puede considerarse como el alma del álbum ya que cada vez que suelta un feroz “Blegh!” en temas como Whiplash o Blackhole, el oyente se da cuenta de que estamos ante un trabajo redondo donde la banda no tiene miedo de mostrar su agresividad ni de hacerla resonar con toda su fuerza.

Luego, los riffs de Adam Christiansen son una maravilla para los oídos, su guitarra está llena de energía pero también de matices que aportan una frescura única al disco ya que definitivamente se nota una gran diferencia en sus composiciones si lo comparamos con los álbumes anteriores del banda. En Seeing Red, el riff inicial se clava como una espina y no te suelta, mientras que en Brain Dead, la estructura rítmica que acompaña a la colaboración de House of Protection es tan pegajosa como sombría, siendo una mezcla perfecta entre oscuridad y ritmo con un estilo 100% de hardcore punk.

La verdad es que este álbum confirma que Architects sigue evolucionando sin perder la esencia de lo que los hizo grandes porque ofrecen riffs pesados, estructuras complejas y una autenticidad que no puede ser ignorada, incluso si todavía no sabes nada de ellos, fácilmente puedes empezar con este disco ya que al reproducirlo, fácilmente te compra por lo grande que es.

Hablando de colaboraciones, Brain Dead con House of Protection es un gran acierto, ya que le da al tema un toque experimental y un poco más psicodélico, mientras que en Judgment Day con la participación de Amire Elfeky, eleva la canción con una voz que al igual que los coros, se siente como un vórtice emocional. Ambos invitados logran complementar a la perfección la energía oscura y agresiva que caracteriza al álbum al aportar un extra de frescura sin perder la identidad de la banda.

No se puede hablar de este disco sin destacar la solidez de temas como Everything Ends y Landmines. En el primero, la lírica es una declaración de lucha interna  y en el instante en el que se escucha la frase “I could be the last one killing the pain”, la rola resuena como un grito de desesperación y fuerza al mismo tiempo para darnos un toque melancólico, volviéndose como el track más suave del disco al ofrecer una especie de rock alternativo.

Landmines por su parte es un tema potente que como su nombre lo indica, está lleno de explosiones sonoras que no dejan tregua pero también tiene un trasfondo lírico profundo, por ejemplo, cuando Sam canta “Like choking up the ocean, Don’t set me off cause I know myself I'm close enough to broken” nos habla de la fragilidad humana frente a la tormenta emocional.

Y es que a lo largo del álbum la banda juega con las dualidades de la luz y sombra, agresividad y vulnerabilidad y gritos y susurros. Blackhole es un claro ejemplo de esto ya que al tener un ambiente denso y la sensación de ahogo que se refleja en la letra, específicamente en el coro el cual empieza con “Death stared and I died a thousand times, Nightmares left a riot in my mind”, es donde el disco se eleva, mostrando la capacidad de Architects para conectar con los momentos más oscuros y emocionales sin perder la fuerza que los caracteriza.

Sin embargo, el punto crítico del tracklist es Seeing Red, un tema que probablemente hará que todos los críticos y fans que pensaban que Architects ya no eran lo suficientemente “pesados” se traguen sus palabras, su riff inicial, la energía abrasadora de los versos y ese coro de descarga emocional son la mejor respuesta que la banda podía dar ya que demuestran que este es el Architects que todos quieren escuchar, siendo asi un verdadero regocijo para los oídos más exigentes que se convierte en la mejor rola de The Sky, The Earth and All Between por unanimidad.

Finalmente, Chandelier cierra el álbum con un tono más melancólico y casi existencial con una lírica que nos invita a cuestionar nuestra propia esencia, de hecho, gracias a su estructura musical es el cierre perfecto para un álbum que juega con todos los extremos de la experiencia humana, los cuales vendrían siendo el amor, rabia, desesperación, resiliencia, oscuridad y luz.

Es evidente que nos falta mencionar un poco más sobre las canciones de Cursed, Evil Eyes, y Broken Mirror pero al final las letras de The Sky, The Earth and All Between son una tormenta emocional que no teme mostrar la vulnerabilidad humana en su forma más cruda y auténtica, ya que con cada palabra, Architects nos sumerge en una lucha interna que se siente a la vez personal y colectiva donde las sombras del caos y la incertidumbre se entrelazan con momentos de claridad y resistencia.

Más que simples versos son gritos de rebeldía, reflexiones existenciales y manifestaciones de dolor que atraviesan la superficie y llegan al centro de lo que nos hace humanos. La banda no solo explora la angustia, sino que la convierte en una experiencia compartida, invitándonos a confrontar nuestras propias luchas, a mirar el abismo y descubrir que en el fondo todo lo que somos es el resultado de cómo enfrentamos nuestras sombras.

En definitiva, The Sky, The Earth and All Between es sin lugar a dudas el mejor trabajo que ha entregado Architects en esta época, ya que no solo han mantenido su esencia pesada y agresiva, sino que la han llevado más allá, mostrando una capacidad de evolución impresionante sin perder su identidad. Este es un álbum para aquellos que buscan la brutalidad sin renunciar a la profundidad emocional y para los que creen que el rock/metal puede ser tan hermoso como desgarrador, Architects ha entregado una obra monumental y sin duda este será uno de los discos más destacados de la escena rockera del 2025.

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