
Los
héroes están destinados a salvar el mundo, a sacrificarse por el bien mayor, a
tomar las decisiones difíciles pero, ¿qué pasa cuando el mayor error de todos
no viene de un villano, sino del propio héroe? ¿Qué ocurre cuando en un intento
desesperado por enmendar el pasado el único futuro posible es la ruina total?
Bueno, la respuesta vendría siendo el Flashpoint.
Barry
Allen no es un dios, no es el más fuerte, el más poderoso o el más letal de los
héroes de DC pero es el más rápido y cuando tienes la velocidad suficiente para
desafiar las reglas de la física, el tiempo deja de ser un límite y se
convierte en una tentación, una que Flash no pudo resistir.
Todo
comienza con un acto de amor, Barry quiere recuperar lo que perdió y borrar el
dolor que ha cargado desde niño ya que él sabe que hacer solo un pequeño
cambio, su madre nunca morirá. ¿Quién podría culparlo? Pero lo que parece un
milagro se convierte en una maldición porque la línea del tiempo se retuerce en
algo irreconocible.
Superman
nunca creció con los Kent, Bruce Wayne murió en el callejón y su padre Thomas
Wayne se convirtió en un Batman más peligroso y despiadado que el original, Wonder
Woman y Aquaman ya no son héroes, ahora son enemigos en una guerra que ha reducido
el mundo a cenizas y Flash…..ha desaparecido, con estos acontecimientos, se nos
da la bienvenida a Flashpoint, la historia donde el héroe no salva a nadie.
Este
no es un simple cómic de superhéroes, no es una aventura divertida de viajes en
el tiempo con consecuencias que se resuelven en la siguiente saga, sino una historia
de tragedia, de culpa y de redención imposible ya que aquí, no hay un gran
villano moviendo los hilos desde las sombras porque el peor enemigo de Barry
Allen es su propio deseo de cambiar lo que no debió ser cambiado.
Pero
lo que hace de Flashpoint algo más que un simple evento de DC además de su
premisa demoledora, es la forma en que reescribe a los personajes que creíamos
conocer, en esta saga Geoff Johns no se limita a mostrarnos un universo alterno
más oscuro, nos obliga a enfrentarnos a la pregunta más aterradora de todas, ¿y
si el mundo que conocemos solo es una casualidad, sostenida por un equilibrio
frágil que puede romperse con un solo error?
Y
es que Flashpoint no solo marcó a Barry Allen, marcó a todo el universo de DC
comics ya que fue el terremoto que destruyó una era y dio origen a otra llamada
The New 52, una nueva etapa en los cómics que para bien o para mal redefinió la
editorial, haciendo que su impacto se sintiera en cada historia posterior en
varias sagas como Doomsday Clock o Dark Crisis.
Sin
embargo, ninguna adaptación ha logrado replicar lo que hace especial a este
cómic, ni la película animada Justice League: The Flashpoint Paradox ni The
Flash (2023) porque más allá del caos y la acción, Flashpoint es una historia
de pérdida y de cómo a veces el mayor acto heroico no es salvar el mundo, sino
aceptar que no puedes cambiar el pasado.
En
este artículo me gustaría desglosar por qué Flashpoint es una de las mejores
historias que ha contado DC, su impacto en la mitología del cómic, sus
versiones más brutales de personajes icónicos y por qué después de tantos años
sigue siendo una lectura esencial.
El día que DC reinició
su historia
Las
grandes historias dejan cicatrices y Flashpoint pese a marcar a Barry Allen, destrozó
a todo el Universo DC ya que no fue solo un evento más, no fue una crisis
cósmica pasajera que al final se resolvió con una explosión de poder y un
emotivo discurso sobre la esperanza, fue el punto de quiebre que alteró la realidad
dentro de la historia y redefinió todo lo que vino después en el mundo real.
Cuando
Barry Allen despertó en esta línea del tiempo rota, no sabía que cada paso que
daba lo acercaba más a un destino irreversible y cuando intentó arreglarlo,
cuando corrió una vez más para restaurar el orden no trajo de vuelta al
universo que conocíamos, en su lugar, dio nacimiento a una nueva línea de
comics para la industria llamada The New 52
Ese
fue el impacto real de Flashpoint, destruir la continuidad clásica de DC para
reemplazarla con una nueva, siendo así un reinicio total y adiós a los años de
historia que venían desde Crisis on Infinite Earths, una despedida a décadas de
desarrollo de personajes para que DC tomara la decisión más radical de su
historia, volver a empezar.
Para
bien o para mal The New 52 nació de las cenizas de Flashpoint y con ello
llegaron cambios drásticos, por ejemplo, Superman ya no llevaba calzoncillos
rojos sobre su traje azul, Batman ahora era más joven y tenía un pasado reconstruido,
Wonder Woman se convirtió en la hija de Zeus, los Teen Titans fueron re
imaginados y personajes que llevaban años desaparecidos como Swamp Thing y
Animal Man tuvieron una nueva oportunidad.
El
problema fue que este nuevo universo no convenció a todos, sí, revitalizó
algunos títulos pero también eliminó muchas historias y relaciones que los fans
amaban, por ejemplo, Nightwing perdió su historia con los Teen Titans, Green
Arrow ya no tenía su romance con Black Canary y Wally West……dejó de existir.
Pero
Flashpoint no solo afectó los cómics, su impacto se extendió a otras formas de
entretenimiento con la película animada Justice League: The Flashpoint Paradox,
la cual es considerada como una de las
mejores adaptaciones de DC y aunque The Flash (2023) intentó replicar la historia
en el cine, lo hizo de buena manera pero al mismo tiempo demostrando que la
esencia de Flashpoint es difícil de capturar fuera del papel.
Años
después, DC entendió que borrar todo no fue la mejor idea e intentaron
corregirlo con DC Rebirth, que devolvió parte de la historia perdida y trajo de
vuelta a Wally West pero el daño ya estaba hecho porque el universo que
conocíamos antes de Flashpoint nunca regresó del todo.
Lo
que hace especial a este cómic es que a diferencia de otros eventos que
prometen cambios y luego los ignoran, Flashpoint realmente transformó DC al ser
el golpe que dividió su historia en un antes y un después, un error cometido
por Barry Allen que no solo destruyó su mundo ficticio, también reescribió el destino
de la editorial, haciendo que Flashpoint no fuera el día en que DC decidió
empezar de nuevo para no volver a ser el mismo.
Una tragedia disfrazada
de historia de superhéroes
Las
grandes historias de cómics no se definen por la cantidad de peleas épicas, los
giros impactantes o los crossovers masivos, se definen por el peso de sus
ideas, por lo que nos hacen sentir, por cómo nos obligan a ver a nuestros
héroes de una forma diferente y Flashpoint es la prueba definitiva de que una
historia de superhéroes puede ser en realidad una tragedia.
Geoff
Johns construye Flashpoint como un efecto dominó ya que Barry Allen no
despierta en un mundo diferente porque sí, despierta en una pesadilla en la que
todo está mal por una sola razón, él mismo. Cada cambio en la historia es la
consecuencia directa de su decisión de salvar a su madre, no es un villano el
que arruina el mundo, no es Darkseid, no es Brainiac, no es el Joker, es Flash
y aquí está la brutalidad del relato porque no importa cuántas veces intente
arreglarlo, la realidad ya se quebró.
Desde
un punto de vista narrativo Flashpoint es una historia de causa y efecto
llevada al extremo ya que cada decisión tiene una repercusión y cada acción de
Barry termina por empujarlo hacia el desastre, por ejemplo, la guerra entre
Atlantis y Themyscira es el resultado de eventos que nunca debieron ocurrir, así
como la existencia del Batman de Thomas Wayne quien en lugar de Bruce es una
inversión cruel de lo que debería haber sido y Superman, el mayor símbolo de
esperanza es reducido a un experimento de laboratorio, desnutrido y sin
identidad.
Pero
el verdadero golpe emocional de Flashpoint no está en lo épico del conflicto, sino
en su mensaje más profundo, en donde el pasado no se puede cambiar sin consecuencias
ya que el dolor, la pérdida, los errores, todo lo que nos forma es parte de
nuestra historia y tratar de reescribirlo solo lleva a algo peor.
El
cómic juega con la idea del destino, del peso de las decisiones y de la culpa,
Barry es un héroe porque siempre ha querido hacer lo correcto pero aquí por
primera vez su mayor acto de amor es su mayor error, haciendo que la lección
final es devastadora, no importa qué tan rápido corras, hay cosas que
simplemente no puedes cambiar.
Y
es por eso que Flashpoint es una historia con una carga emocional impresionante
ya que al final Barry debe enfrentar la realidad y para salvar el mundo, tiene
que dejar ir a su madre, cosa que hace no porque quiera, sino porque no hay
otra opción, volviéndose así como el momento más doloroso de su vida y lo que
lo convierte en un verdadero héroe.
Pocos
cómics tienen la valentía de contar una historia así, pocos eventos en DC han
sido capaces de darle tanto peso a una decisión o un sacrificio y por eso es
que Flashpoint no es solo un punto de inflexión en la historia de Flash, es una
de las mejores historias jamás contadas en DC.
Los héroes rotos de
Flashpoint: Cuando el mundo los quebró
En
el Universo DC que conocemos los héroes son símbolos de esperanza, sacrificio y
de lucha por un bien mayor pero en Flashpoint todo lo que los definía ha sido
corrompido, distorsionado o directamente destruido ya que no hay esperanza ni ideales,
solo hay sombras de lo que alguna vez fueron.
Barry Allen: El héroe
que destruyó su propio mundo
El
corazón de Flashpoint es Barry Allen pero no como el velocista que conocemos ya
que aquí, el no solo corre contra el tiempo, sino contra su propio error porque
la historia lo golpea con una verdad brutal, el cual fue que su acto más noble
fue su mayor pecado y lo interesante no es solo su desesperación por
arreglarlo, sino su evolución.
Al
principio se niega a aceptar que todo esto es su culpa pero cuando lo hace,
entiende que no hay victoria posible pero para salvar al mundo, debe destruir
el paraíso personal que intentó construir y eso lo hace un héroe mucho más
grande que cualquier hazaña que ha llevado a cabo con la Speed Force.
Thomas Wayne: Un Batman
sin redención
Si
hay un personaje que roba cada escena es Thomas Wayne ya que en este universo
Bruce murió en el callejón y su padre, consumido por la ira y la culpa se
convirtió en un Batman más violento y despiadado. No es el detective brillante
de Gotham, no es el hombre que sigue un código, es un justiciero implacable que
mata sin dudar, sin embargo, en su brutalidad también hay humanidad porque cuando
descubre la verdad sobre Barry, no lucha por salvar su mundo, lucha por darle
una segunda oportunidad a su hijo en otra realidad al entregarle una carta
final a Bruce que se vuelve como una de las escenas más desgarradoras de DC.
Wonder Woman y Aquaman: Dioses
convertidos en monstruos
En
la línea original Diana y Arthur son guerreros honorables, líderes de sus pueblos
y defensores de la Tierra pero en Flashpoint son la causa de su destrucción, lo
que en otra vida pudo ser una alianza se convierte en una guerra genocida entre
Atlántida y Themyscira ya que no hay héroes aquí, solo dos imperios desatando
el apocalipsis. Diana es una conquistadora despiadada y Aquaman un rey cegado
por la venganza, sus versiones de Flashpoint no son solo versiones “malas” de
los personajes, sino una exploración de cómo el poder absoluto y la tragedia
pueden pervertir incluso a los más grandes.
Superman: El dios caído
Kal
El, el mayor símbolo de esperanza en DC es reducido a un experimento de
laboratorio, aquí no creció bajo la guía de los Kent, no aprendió lo que
significaba ser humano, no voló sobre Metrópolis como un salvador, en su lugar,
es un ser frágil, asustado y roto pero cuando finalmente escapa su primer
instinto no es luchar, sino huir. Al final es un recordatorio de que Superman
no es grande por sus poderes, sino por la educación y el amor que recibió, quitándole
eso, Flashpoint nos muestra lo que realmente lo hace ser quien es.
Eobard Thawne: El villano
que no tuvo que hacer nada
Reverse
Flash es uno de los villanos más sádicos de DC pero en Flashpoint lo más
aterrador de él es lo poco que necesita hacer ya que no es el responsable del
desastre, no manipuló la historia, no cambió la línea temporal, solo se quedó a
mirar cómo Barry lo hacía solo y esa es la ironía suprema porque el mayor
enemigo de Flash en esta historia es el propio Flash.
Cada
personaje de Flashpoint es una tragedia en sí misma ya que todos han sido
transformados por un mundo al borde del colapso, obligados a adaptarse a una
realidad sin esperanza, no hay finales felices, no hay redención para la
mayoría y es por eso cuando Barry decide restaurar la línea del tiempo porque
no lo hace solo por él, lo hace porque este mundo no debe existir.
Entre la grandeza animada
y la agridulce producción live action
Cuando
una historia como Flashpoint llega a otros medios la expectativa es altísima
porque estamos hablando de una de las mejores historias en la mitología de
Flash y un punto de quiebre para todo el Universo DC. Adaptarla no es solo
cuestión de traer a la vida sus escenas más icónicas, sino de capturar el peso
de su tragedia, la transformación de sus personajes y el impacto de sus
decisiones.
Justice League: The
Flashpoint Paradox – La adaptación definitiva
Si
hay una versión de Flashpoint que realmente entiende lo que hace grande al
cómic es la película animada de 2013 Justice League: The Flashpoint Paradox, esta
película no solo mantiene intactos los elementos clave de la historia original,
los potencia con una animación fluida, un ritmo impecable y una brutalidad que
la hace destacar dentro del universo animado de DC
Desde
el primer minuto nos mete de lleno en el caos del mundo alterno, la guerra
entre Atlantis y Themyscira es devastadora, Batman es más letal que nunca y la
versión débil y frágil de Superman es impactante pero lo que realmente eleva
esta adaptación es su capacidad para transmitir el peso de las decisiones de
Barry porque su despedida con su madre, el sacrificio de Thomas Wayne y la
carrera desesperada para restaurar la línea temporal son momentos que pegan con
la misma fuerza que en el cómic.
Si
a eso le sumamos una banda sonora intensa, unas actuaciones de voz impecables y
un final que cierra con un golpe emocional perfecto, no hay duda de que
Flashpoint Paradox sigue siendo la mejor adaptación de esta historia.
The Flash (2023): Un
intento con destellos de grandeza pero lejos del cómic
El
live action de The Flash prometía ser el gran evento cinematográfico de DC, la
película que reiniciaría el universo, que haría justicia a Flashpoint y aunque
tuvo sus aciertos, terminó siendo una oportunidad desaprovechada.
Lo
bueno del filme fue Ezra Miller, ya que logra transmitir la confusión y el
drama de Barry atrapado en una realidad que no debería existir, luego, Michael
Keaton como Batman es un lujo y su versión del Caballero Oscuro le da a la
película un aura de nostalgia y experiencia que la hace destacar, además que es
interesante como el guion explora la idea de los viajes en el tiempo y sus
consecuencias, sin olvidar su banda sonora.
Pero
lo malo es que los efectos visuales y especiales son un desastre, ósea, en una
historia donde la Speed Force debería verse espectacular, la película entrega
secuencias con CGI cuestionable y momentos que parecen inacabados, además, la
batalla final, en lugar de ser el clímax épico que necesitaba se ve afectada
por una ejecución torpe y una sensación de caos desordenado.
Y
el mayor problema es el final, en el cómic y en la película animada Barry
comprende la lección de la peor manera posible, enfrentando la tragedia con
madurez y sacrificio pero en el live action el desenlace es agridulce, dejando
la sensación de que en lugar de ser un cierre poderoso, todo se diluye en un
intento de reinicio que no termina de convencer.
Al
final, Justice League: The Flashpoint Paradox sigue siendo la adaptación
definitiva porque logra capturar la esencia del cómic gracias a sus giros
devastadores y su carga emocional sin fallar en ningún punto. La versión live action
tenía el potencial de igualarla o incluso superarla pero decayó demasiado en sus
efectos visuales y especiales y su final no logró dejar el impacto necesario.
Al final del día si quieres vivir Flashpoint de la mejor manera posible fuera
del cómic, la versión animada sigue siendo la opción definitiva.
Conclusión
En
definitiva, Flashpoint es una pieza fundamental que desafía nuestras
percepciones de los héroes, de los sacrificios y de las consecuencias de
alterar el tiempo. Lo que comenzó como un sencillo cómic de Geoff Johns y Andy
Kubert se convirtió en una obra maestra que nos dejó una reflexión profunda
sobre el poder de nuestras decisiones y los irremediables efectos que pueden
tener sobre nuestras vidas y sobre los demás.
Desde
la sorprendente reconfiguración de personajes que conocemos y amamos hasta la
devastadora revelación de que el mayor enemigo de Flash es su propio deseo de
corregir lo que no puede ser arreglado, Flashpoint se destaca como una de las
historias más audaces y complejas que DC ha creado.
Al
final Flashpoint es una lección de que aunque podamos correr a través del
tiempo, nunca podemos escapar de las consecuencias de nuestras acciones y
aunque el universo de DC siga expandiéndose, pocas historias tendrán el peso y
la trascendencia de Flashpoint.
Esta
obra se erige como un pilar dentro del multiverso de DC y una lección sobre la
responsabilidad, la tragedia y el sacrificio, temas que seguirán siendo explorados
en los años venideros, siendo así en todos los aspectos un legado que seguira
dejando huella.
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