El
cine de acción no siempre necesita ser profundo pero sí debe tener una brújula
y Alarum con la promesa de ser un thriller explosivo con espías, traiciones y
un elenco que sobre el papel parece tener lo necesario para cumplir, termina se
estrellándose antes de despegar, lo que debió ser una cinta palomera para una
tarde de streaming, se convierte en una experiencia frustrante e irrelevante en
pantalla grande.
Y
lo más triste es que la idea que ofrece le filme no es tan mala, la cual es de
espías casados, traicionados por su propia agencia en un entorno helado y
aislado que pide a gritos tensión y adrenalina pero lo que pudo ser una bomba
de intriga estilo La Caza del Octubre Rojo mezclada con Sr. y Sra. Smith,
termina siendo más una mezcla sin gracia entre cliché y torpeza porque sí tener
una buena premisa es solo el inicio; el verdadero reto está en no
desperdiciarla como lo hace Alarum.
La
trama va de la siguiente manera, Joe y Lara (Scott Eastwood y Willa
Fitzgerald), quienes son un matrimonio de espías retirados que viven una falsa
tranquilidad en una estación invernal aislada, se ven forzados a volver a la
acción cuando una antigua red de inteligencia los coloca en la mira,
acusándolos de formar parte de una célula rebelde conocida como Alarum, esa es
toda la historia y honestamente no hay nada más que agregar.
Lo
que debería ser un juego de espionaje de alto nivel con dilemas morales,
identidades ocultas y traiciones espectaculares, termina siendo un revoltijo
narrativo donde nada encaja, todo se atropella y las promesas se evaporan más
rápido que una granada en la nieve, sin olvidar que también termina siendo un
cúmulo de escenas inconexas que van perdiendo interés con cada minuto que pasa.
Hay
películas que parecen hechas con prisas, otras que simplemente parecen no tener
dirección y Alarum pertenece a esta última categoría ya que su guion con todas
las letras del mundo, es un desastre, no hay desarrollo real de personajes, sus
motivaciones son vagas, los diálogos parecen reciclados de otras cintas del
montón y lo peor es que el conflicto principal jamás logra tener peso ni
urgencia.
La
estructura de la película es como un rompecabezas al que le sobran piezas y le
faltan las importantes ya que hay escenas que aparecen sin contexto, giros que
no se sienten ganados y un final que es más una salida de emergencia que una
conclusión climática. ¿El ritmo? pasable, ¿la atmósfera? tiene algo. ¿la
dirección? apenas cumple pero cuando el guion está hecho con las patas, el resto
cae como fichas de dominó.
Scott
Eastwood intenta pero cada vez que lo vemos aceptar papeles como este, uno no
puede evitar preguntarse si no está atrapado en una sala de espera eterna para
roles mejores, el tiene presencia e incluso potencial en el cine de acción pero
de verdad necesita proyectos que lo desafíen y no lo anestesien. Sylvester
Stallone por su parte aparece como si lo hubieran llevado al set para cumplir
con una deuda porque su actuación está completamente en piloto automáticoy no va
a ninguna parte.
Aunque,
justo cuando todo parece perdido aparece una chispa llamada Willa Fitzgerald,
quien contra todo pronóstico, su presencia en pantalla tiene garra, energía y
una convicción que no ves en ningún otro actor del reparto, es la única que
parece entender que el cine de acción necesita intensidad, entrega y ella lo da
todo, dicho esto, ojalá la industria le dé papeles mejores porque su potencial
está ahí gritando por salir.
Visualmente,
Alarum no es una completa catástrofe ya que la fotografía tiene momentos
agradables, el montaje mantiene cierto dinamismo en las secuencias de acción y
algunas escenas están bien coreografiadas pero es como decorar una casa que se
está cayendo a pedazos, no importa cuánto perfume le pongas, si el cimiento
está podrido se nota.
En
definitiva, Alarum es una falsa alarma, promete tensión, peligro y emoción pero
entrega un cúmulo de escenas desconectadas y personajes atrapados en un guion
sin rumbo, siendo de esas películas que te hacen preguntarte si alguien leyó el
libreto completo antes de firmar el cheque porque no divierte, no emociona y ni
siquiera tiene ese encanto involuntario de las malas películas entrañables.
Es
un producto que existe porque sí, que se siente reciclado desde el minuto uno y
que solo se salva de ser un desastre total gracias a Willa Fitzgerald quien
brilla a pesar del caos, lo demás mejor dejarlo en el olvido y si Alarum tenía
alguna misión, la falló con honores.
Calificación: 5/10
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