¿Qué
harías si tu vida quedara atrapada en un ciclo sin fin, reviviendo la misma
noche una y otra vez, con el terror acechándote en cada rincón? Until Dawn
lanza a un grupo de jóvenes a esta pesadilla, enfrentándolos a criaturas
sobrenaturales y a sus propios miedos más profundos en una danza macabra entre
el destino y la desesperación.
A
primera vista la premisa parece el escenario perfecto para una historia que
podría desafiar las reglas del terror psicológico y la narrativa convencional
pero a medida que avanza, la película se ve arrastrada por las mismas sombras
de previsibilidad que intenta evocar, sin llegar a romper los límites del
género y con giros sin mayores sorpresas.
Entre
sus momentos de suspenso y las sorpresas más que esperadas, Until Dawn nos ofrece
una experiencia entretenida, nos mantiene al borde del asiento pero sin lograr
profundizar en los dilemas emocionales o existenciales que su premisa podría
haber explorado, ya que la película se conforma con cumplir con los estándares
del terror al jugar con lo familiar y lo predecible en lugar de retarnos a ir
más allá.
La
historia se centra en Clover (Ella Rubin) y su grupo de amigos que se embarcan
en un viaje a una aislada cabaña en el valle de Blackwood para encontrar a
Melanie, quien es la hermana desaparecida de Clover pero cuando llegan al
lugar, descubren que han caído en una trampa de la que no podrán escapar
fácilmente ya que están atrapados en un bucle temporal sin salida donde la
muerte los va persiguiendo uno por uno
Cada
vez que cae la noche, ocurre una serie de eventos horribles que se van
repitiendo una y otra vez con seres sobrenaturales que acechan sus vidas, en
donde la única forma de liberarse de este ciclo mortal es sobrevivir hasta el
amanecer pero con cada intento, la amenaza se intensifica y el terror se vuelve
más palpable, haciendo que lo que parecía una simple reunión, se convierta en un
combate por la supervivencia y las decisiones que tomaron en el pasado, se
vuelvan cruciales para su futuro.
Until
Dawn se erige como una propuesta que a pesar de ofrecer una premisa intrigante,
no logra escapar de las limitaciones que le impone el propio género de terror
ya que la película, al partir de una trama que podría haber sido un excelente
vehículo para explorar aspectos más profundos de la naturaleza humana y el
horror psicológico, termina convirtiéndose en una serie de giros predecibles y
momentos de tensión que aunque efectivos en el momento, no logran dejar una huella
duradera en el espectador.
La
estructura de la película al estar basada en un bucle temporal, tenía un enorme
potencial para explorar no solo los eventos que se repiten, sino también las
reacciones de los personajes ante la inevitabilidad de su destino, esa
repetición podría haber sido la oportunidad perfecta para profundizar en las
decisiones que toman, en cómo cada ciclo refleja sus miedos más profundos o sus
deseos más reprimidos.
Sin
embargo, la película se limita a hacer de la repetición una fórmula más que un
recurso narrativo que ayude a desentrañar la complejidad emocional de los
personajes, ya que en lugar de evolucionar con cada repetición, los personajes
siguen cometiendo los mismos errores como si estuvieran atados a un
storytelling predestinado, sin oportunidad real de cambiar o aprender de sus
fallos.
Este
estancamiento de los personajes dentro de un ciclo que podría haber servido
para una introspección profunda es uno de los puntos más débiles de la película
porque cada miembro del grupo tiene una historia personal y un trasfondo que
podría haber sido explorado en mayor profundidad pero el guion no se toma el
tiempo necesario para desarrollarlos más allá de sus reacciones inmediatas a
las amenazas sobrenaturales.
Aquí
solo son figuras casi arquetípicas del género de terror conformados por el
líder del grupo, la chica inteligente, el chico tímido, etc., sin que sus
motivaciones o conflictos internos se profundicen lo suficiente como para que
el espectador realmente sienta una conexión con ellos. A lo largo de la
película son simples peones en una narrativa que se mueve a su propio ritmo,
dejando al espectador observando cómo son arrastrados hacia su destino sin que
ninguno de ellos ofrezca una verdadera sorpresa emocional.
El
guion, a pesar de ser funcional para los fines de la premisa, no se arriesga a
explorar más allá de las convenciones del género ya que a pesar de los momentos
de tensión, el terror se siente demasiado predecible y las respuestas
emocionales de los personajes se ajustan demasiado a lo esperado porque en
lugar de sorprendernos con giros inesperados que cuestionen nuestra percepción
de los eventos o los personajes, la película se contenta con los clásicos sustos
de aparición repentina y el uso de las criaturas sobrenaturales.
Además,
el ciclo temporal, que en teoría podría haber sido un dispositivo narrativo
fascinante no se usa para profundizar en la psicología de los personajes ni en
los dilemas existenciales que podrían haber surgido de este tipo de situación,
en cambio, se convierte en una excusa para aumentar la tensión a través de la
repetición de eventos y la intensificación de las amenazas.
Cada
vez que los personajes reviven la misma noche, parece que el único propósito es
aumentar el suspenso y la acción pero sin ningún tipo de reflexión sobre lo que
esto realmente significa para ellos, ¿cómo afectaría la repetición constante de
los mismos eventos a su salud mental? ¿qué tipo de transformaciones emocionales
podrían sufrir? Esas son preguntas que el guion podría haber explorado más a
fondo pero que se quedan en el aire a medida que la película avanza.
Los
momentos de terror visual, los cuales son efectivos, tristemente forman parte
de la fórmula que hace que Until Dawn se sienta demasiado convencional, las
criaturas sobrenaturales son presentadas de manera escalofriante, llegan a
asustar pero su presencia no llega a tener un impacto verdaderamente aterrador
y los efectos visuales y sonoros que contribuyen a una atmósfera inquietante, terminan
produciendo un terror momentáneo que no se sostiene a lo largo de la película.
La
sensación de peligro, aunque palpable, no está acompañada de una evolución real
en la narrativa ni en la forma en que los personajes enfrentan sus miedos
porque los sustos se sienten como piezas predecibles de un rompecabezas y la cinta
se convierte en un ejercicio más de mantener a la audiencia en vilo, sin
ofrecer una experiencia que profundice en las emociones más complejas que el
terror puede evocar.
A
lo largo de los eventos que se suceden en la película uno no puede evitar
sentir que Until Dawn está más preocupada por generar momentos impactantes que
por ofrecer una historia que realmente desafíe al espectador, aunque la
atmósfera logra crear una sensación de angustia, la falta de desarrollo real en
los personajes y la repetición de los mismos elementos de horror hacen que la
película se sienta un tanto vacía en cuanto a su contenido emocional.
En
lugar de abordar los dilemas existenciales que surgen al estar atrapado en un
ciclo interminable, el guion se conforma con mostrar a los personajes luchando
por sobrevivir, sin nunca plantearse preguntas más profundas sobre lo que
realmente significa estar atrapado en este tipo de situación.
Por
último, el elenco ofrece una sólida interpretación colectiva que logra aportar
credibilidad a la trama, elevando las tensiones y la atmósfera a pesar de los
altibajos del guion ya que cada actor encarna a su personaje con la intensidad
justa para que sus reacciones ante el peligro y el horror resulten genuinas,
especialmente en los momentos más cargados de suspenso, su trabajo aunque no
eleva por completo la película, mantiene a la audiencia enganchada y creíble en
el contexto de una historia que juega con lo conocido del género.
En
definitiva, Until Dawn es una producción entretenida pero a pesar de tener una
premisa interesante, momentos de tensión, sustos cumplidores y elementos de
terror bien ejecutados, no logra ir más allá de lo esperado ya que se queda
atrapada en un ciclo de previsibilidad, sin ofrecer una narrativa
verdaderamente impactante o un desarrollo de personajes que haga que el
espectador se cuestione más allá de lo superficial.
Lo
que debería haber sido una reflexión sobre la naturaleza humana, el
arrepentimiento y la lucha contra lo inevitable, se convierte en una historia
que solo busca mantener a la audiencia en suspenso sin ofrecerle nada más que
lo esperado, a pesar de su atmósfera efectiva y sus sustos bien logrados, Until
Dawn deja una sensación de que podría haber sido mucho más si se hubiera
arriesgado a explorar lo desconocido.
Calificación: 7/10
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